El pasado sábado 19 de enero de 2013 visitamos esta interesante reserva ornitológica de La Acequilla, que el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares mantiene desde hace unos años. Se trata de unos humedales interconectados en la llanura de inundación junto al río Henares, que aprovechan el abandono y posterior naturalización de unas antiguas balsas de decantación y filtrado de aguas residuales.
Antonio nos coordinó la reserva de la visita guiada y, según se aproximaba el momento, estuvo dudando si cancelar o no, pues no solo había pronóstico de lluvia, sino que amaneció lloviendo. Al final, a pesar del trance inicial (lloverá o no lloverá, cancelar o no cancelar), decidimos mantener la convocatoria y nos juntamos la mitad del grupo concertado, o sea, cuatro familias: Chiara con Valentina y Diego; Martín, Nicolás y Clara con Olga y Venancio; Inés con Enrique; y Teresa con Mercedes y Antonio.
Lo mejor de todo es que, según avanzaba la mañana, se fue despejando, así que no solo no nos llovió nada, sino que nos hizo un sol espléndido. A pesar del frío, vimos muchas aves, aprendimos mucho y nos lo pasamos muy bien. Entre otras especies, pudimos ver fochas, gallinetas, porrones, cormoranes, garzas reales, zampullines, gaviotas y... qué más, qué más... alguna me dejo, seguro.
Entre la reciente revegetación natural de las lagunas, con carrizos y eneas, juncos y sauces, había especies plantadas, unas con buen tino y otras con mal tino. Vimos también algunos restos de la vegetación de ribera original, incluidos algunos fresnos y chopos espectaculares.
Jesús, el guía, nos hizo una ruta guiada muy entretenida e interesante, contándonos todo lo que íbamos viendo y haciendo que los ARBApeques pasaran un buen rato. Hacia el final nos mostró el arboreto que están haciendo, con algunas especies ya bastante crecidas, y nos pidió colaboración para ampliarlo con especies autóctonas de ribera que aún no tiene y que nosotros podríamos aportar del vivero de ARBA.
Algo muy interesante que nos enseñó fueron sus cajas nido para pequeñas aves, las tradicionales que tiene dispersas por toda la reserva ortnitológica, pero también tenía para aviones comunes e incluso para murciélago. A algunos nos ha animado a ponerlas en nuestras casas, a ver si así contribuimos a facilitarles la vida a estos insectívoros que tanto hacen por nosotros.
Pero no os creáis, que también vela por los insectos: otra cosa chula que nos enseñó fue su caja para observar la actividad de los insectos, con unos tubitos transparentes de metacrilato que permiten ver cómo crecen las larvas y además crea un ambiente para que se instalen y así ayuda a mantener la cadena alimentaria.
Una salida muy productiva en todos los sentidos. Esperamos veros otra vez en la próxima salida y animamos a los que perdieron esta oportunidad a que visiten la reserva por su cuenta. Tenéis información en:
http://www.azuqueca.es/
Por último, una lección aprendida: no te fíes del pronóstico del tiempo. Tenemos comprobado que lo mejor es ir preparado con dos cosas que todo el munco tiene en casa:
(1) calzado adecuado y ropa para el frío y la lluvia (que si luego no la usas, pues no pasa nada), y
(2) buen humor y ganas de aprender (estos dos ocupan poco y suelen resultar muy útiles porque siempre se acaban usando y son agradecidos).
Un abrazo,
Geoquique (el papá de Inés)
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