Lozoyuela, Madrid, 29 de septiembre de 2012
Quedamos en
el vivero de Arba de Lozoyuela para comenzar el otoño con ganas, en un año
terrible por los incendios que han calcinado más de 165.000 hectáreas de
territorio español. Este drama,
lejos de desmotivarnos, nos da más fuerzas para seguir mirando a nuestros
montes con esperanza y muchas ilusiones. Debemos seguir trabajando juntos para
echar una mano al bosque, recogiendo semillas, haciendo repoblaciones,
divulgando a todos la importancia de conservar nuestras masas forestales y
sintiendo la fuerza de los árboles que nos transmiten la esencia de la vida.
El cielo
estuvo nublado, después de unos días de ansiadas lluvias y tras un verano
extremadamente seco. Fueron llegando
arberos de todos los rincones de Madrid, veteranos y nuevos, grandes y
pequeños, todos reunidos junto a la cabaña de Paco. Entre charlas, corrillos y
saludos se fue cocinando el puchero de alubias dirigido por Pepito, que hizo de
cocinero mayor. Un picadillo bien sazonado y boquerones en vinagre de huerto
(calabacín) sirvieron para sentarnos al fin en torno a varias mesas. No faltaron otras diversas viandas que todos
llevamos compartiendo tertulia y un buen ambiente.
Los niños
disfrutaron correteando entre los robles melojos y por la dehesa de fresnos,
árboles bien aprovechados por los ganaderos quienes tradicionalmente los han
podado para darle el ramón a sus animales. Las hojas, ya amarilleando, nos
invitan a disfrutar del otoño que acaba de empezar.
¡¡¡ BUENA
SEMILLADA!!!
Fernando
Ávila
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